viernes, 19 de diciembre de 2008

Gracias a la Vida (Navidad)



Nunca antes me había dado cuenta de que escribir tenía un proceso, quizás porque nunca antes me había propuesto hacerlo de manera regular. Escribía cuando podía o cuando quería, y siempre empezaba sin importar si terminaría o no, total las ideas siempre se quedaban dentro de mí.
En estas ultimas semanas me he dado cuenta de que no es fácil (y mi admiración por todos los escritores y bloggers sigue creciendo!)... en mi caso es difícil de explicar, es difícil organizar mis ideas, todas acuden a mi mente al mismo tiempo, todas quieren tener vida propia, y aunque yo les diga: Silencio! Déjenme pensar, esperen su turno, sigue siendo difícil… supongo que tiene que ver con la forma en como me siento, y en estos días me siento nostálgica… Será porque estoy muy embarazada? Será por que se acerca la Navidad? (…Será por eso de: “Tú que estás lejos de tus amigos, de tu tierra y de tu hogar, y tienes pena, pena en el alma, porque no dejas de pensar. Tú que esta noche no puedes dejar de recordar, quiero que sepas, que aquí en mi mesa, para ti tengo un lugar. Por eso y muchas cosas más, ven a mi casa esta Navidad”).
Sea por la razón que sea, Diciembre tiene ese efecto, me pone nostálgica; supongo que a la vez Diciembre despierta en cada uno de nosotros lo mejor del ser humano, la solidaridad, la paz, el amor hacia nuestros seres querido. Diciembre y la Navidad son una buena razón para pararse un poquito y pensar; Si, ya sabemos que eso deberíamos hacerlo todos los días del año, pero caray no lo hacemos, así que diciembre nos da una buena excusa.

Al termino de la celebración de Sinterklaas decidí ponerme en espíritu navideño (digo “decidí” porque cuando el espíritu no llega solo hay que darle una ayudadita jaja), busque mi CD de villancicos: Los Toribianitos o Los Niños cantores de Huaraz nunca me fallan, saque el arbolito de Navidad, busque entre las cajas guardadas por mas de un año el papel “cerro” que me envió mi mama para hacer un nacimiento como Dios manda y empecé con la tradición de armarlo todo.
Este año quise incluir con entusiasmo a mi hijo de 3 años y a mi esposo en la tarea, aunque no tuvo el resultado esperado (es decir los gritos de jubilo, el cantar o tararear canciones navideñas, y cosas así que seguro vi en alguna película navideña y que pensé que podía repetir en casa)bueno al menos tuve algo de ayuda :) y al final de la noche todos quedamos contentos observando las luces, el arbolito y el nacimiento.

Que siento al armar el nacimiento y el árbol de Navidad? En realidad no siento que hago algo religioso; pero si siento felicidad, una fuerza positiva, recuerdos gratos vienen a mi mente, algo familiar. Para mí el significado del árbol de Navidad y del nacimiento es compartir, amar, detenerte a reflexionar, y sobretodo agradecer.

Honestamente no puedo recordar ninguna Navidad antes de los 10 años: ningún regalo, ninguna celebración especial, ninguna memoria navideña.
Las primeras navidades grabadas en mi memoria son aquellas donde ya estaban mis 2 hermanos, yo soy 9 y 11 años mayor que ellos respectivamente, y desde más o menos esa fecha puedo revivir algunas imágenes:
Los villancicos, el panetón escondido sobre el repostero (junto a la bolsa de galletas animalitos de San Jorge), el “árbol” de Navidad que hizo mi mama (no se si ella aun lo recuerda, pero era….como decirlo hmmm: peculiar! Era un palo de escoba pintado de verde, al cual mi mama le había cruzado varios alambres y forrado a la vez con papel crepe de color verde…repito: “peculiar” pero bueno árbol navideño al fin al cabo), los grandes nacimientos que armábamos en la sala (con una total falta de orientación del tamaño porque el perro era mas grande que el elefante y donde solíamos poner cuanto animalito o adorno existiera en casa desde elefantes y jirafas, me pregunto si también estaban en Belén :) hasta ranas y búhos).

El panetón, el chocolate y las películas de Jesús y Navideñas eran Ley por supuesto, como supongo que lo son en la casa de la mayoría de peruanos. Aun recuerdo el primer panetón que pude comprar con mi propio dinero, cuando ya tenia unos 16 años, caminaba yo muy feliz, no recuerdo porque, por la Plaza San Martín de Lima, era un panetón Donofrio, de cajita, y eso me hacia feliz porque recuerdo que normalmente mi mama los compraba de bolsa (Sayon). Recuerdo ir caminando con una sonrisa de oreja a oreja, hasta que un pirañita de la Plaza San Martín paso corriendo a mi lado y se llevo el panetón mas rápido que volando, dejándome solo con la tirita de la caja. Bueno, al menos el panetón que compre tuvo un final feliz, término dándole alegría a alguien que quizás lo necesitaba más que yo.

Mi primera Navidad en Holanda fue “interesante”. Primero porque era la primera Navidad que era realmente “blanca” Navidad :), es decir era la primera vez para mí donde en vez de estar a 25 grados, estábamos a menos cero y con nieve (Nada que ver con la Navidad en Lima o en Puerto Maldonado). Segundo por que como lo dije antes, mi esposo no tiene creencias ni tradiciones navideñas, sobretodo no el 24 de diciembre que aquí en Holanda es un día normal como cualquier otro (excepto para los católicos holandeses, que también los hay:)) así que el no entendía porque había que celebrar el 24 y no el 25, y sobretodo porque diablos había que esperar hasta las 12 de la noche, para comer y abrir regalos.
Hicimos un trato: comimos a las 9 de la noche (cuando normalmente comemos entre las 6 y 7 como casi toda familia holandesa) y esperamos a las 12 de la noche para intercambiar regalos. Aun no teníamos amigos peruanos con quien reunirnos, así que la pasamos solos, le conté un par de historias, le conté sobre la navidad y le conté que a mi mama le gusta hacer una oración a las 12 y poner al niño en el nacimiento. Luego nos fuimos a dormir temprano.
Extrañe el Perú: no era como la noche familiar allá, mis hermanos y yo arreglándolo todo, preparando la cena navideña, bullicio, villancicos a todo volumen, el chocolate caliente listo, el panetón en tajadas al centro de la mesa, luego ir a buscar a mi madre que siempre se quedaba un poco mas trabajando (porque ese día se vendía mejor que otros), la ropa nueva, los cuetes, los abrazos, es decir, el ambiente de fiesta que se sentía en Navidad, me faltaba eso, en realidad aun me sigue faltando. Claro que con el correr de los años he conocido mas gente peruana, y nos hemos reunido un par de veces para celebrar la navidad juntos, y claro que ahora ya se donde comprar panetón en Holanda (Xenos) y hago lo mejor para preparar una cena de Navidad, y empezar a celebrar mi propia tradición navideña, ya no a la peruana, sino a lo peruano-holandesa :)

Que esta Navidad les traiga mucha felicidad, a ustedes y a sus seres queridos, Crean o no crean, sea cual sea su tradición o su forma de celebrarla, al final estos son días para compartir, para dar, para amar y para agradecer por todo lo que la vida nos da.

No termino, sin copiarles la letra de esta famosa canción (y que aquí va como mi regalo de Navidad para mi madre, papa, mis hermanos y hermanas, y para mi esposo e hijo, los AMO).

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dió dos luceros que cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado,
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que en todo su ancho
graba noche y día grillos y canarios,
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados.
Con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dió el corazón que agita su marco,
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro al bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa, me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto,
que el canto de todos que es mi propio canto.

Gracias a la vida, gracias a la vida,
Gracias a la vida, gracias a la vida.

http://www.youtube.com/watch?v=WyOJ-A5iv5I
http://www.tenderfeelings.be/music.php/gracias_a_la_vida_1 (Letra en holandes)

viernes, 12 de diciembre de 2008

Una Cuestion de FE

Hace poco renové un par de cuartos en casa, moví varios muebles y entre ellos mi humilde “biblioteca” que en este momento se compone de unos cuantos libros en inglés, español y holandés. Entre los de español hay libros de viajes (mi pasión), del Perú, historia, geografía, de Isabel Allende, Harry Potter, la colección de Chocolate caliente para el Alma, y algunas sobre culturas, tradiciones y religiones en el mundo; además hay una pequeña Biblia, que me traje de Perú pensando en que toda biblioteca debe tener una, no importa si es por religión o simplemente porque se trata de uno de los libros(de historia)mas famosos, vendidos y traducidos a diferentes idiomas del mundo. Honestamente ya tengo la Biblia en casa (aquí en Holanda) por lo menos unos 5 años y aun no la había leído. Conmovida al momento de verla, la abrí y leí un par de cosas con agrado, en ese instante muchos recuerdos vinieron a mi mente.

Desde los 4 a los 17 años estuve en un colegio de madres dominicas, donde se rezaba el rosario todas las mañanas, se dedicaban extras horas al curso de religión y se cantaban canciones religiosas a todo pulmón. Además mis padres eran catequistas de la pequeña iglesia del barrio donde crecí, bueno mejor dicho mi padre (padrastro) lo era, mi mama iba con el y lo apoyaba, ellos preparaban a los padres de los niños que recibirían la primera comunión.

Por ese lado tenía muy claro los temas referentes a la iglesia, sin embargo en la práctica diaria, ya en casa, era algo diferente:
Si un Cristiano, Mormón o Testigo de Jehová tocaba a nuestra puerta, mi papa, que ya los veía venir por la ventana, ponía una sonrisa de chiquillo travieso y se escondía en algún lado para no abrir la puerta (junto a mi y mis hermanos que nos destornillábamos de risa), mientras que mi mama nos llamaba de todo por cobardes y era la que salía a abrir la puerta, los invitaba a pasar, les invitaba limonada, los escuchaba y se enfrascaba en una amistosa discusión sobre los como y porqués de la Biblia. (Cosa que también llamaba mi atención, aunque solo fuera por la curiosidad de entender a mi madre o de saber quien “ganaba” la discusión)

Por un lado iba a la iglesia católica, recibí la primera comunión, hice la confirmación, y participe de grupos de la iglesia, Por otro lado y al mismo tiempo visitaba de cuando en cuando, de manos de una u otra vecina, las tardes de estudio de los cristianos o las charlas y salidas de los testigos de Jehová y hasta participaba con interés de una ceremonia con altar budista en casa de una vecina, que rezaba en un idioma extraño (que ahora supongo seria chino?). (Que donde estaba mi mama? Bueno, durante mi infancia mi madre tuvo que trabajar mucho en otras ciudades y crecí en casas de vecinos y amigos)

Debido a este tipo de situaciones crecí con una idea muy extensa de la religión, y durante años me mantuve a la búsqueda de “algo”, comparando una cosa con la otra, rescatando lo mejor de cada una, tratando de entender las diferencias.

Cuando ya tenia unos 22, acudí a un sin numero de charlas de los Hare Krishna, pero no pude unirme a ellos porque había que ser vegetariana, y mi predilección por el pollo a la brasa y el ceviche me lo impedían :); luego, durante la época que estudie Turismo me interese sobremanera en los cursos de Arqueología y Antropología, en las tradiciones, el sincretismo religioso (la unión de la religión indígena y la religión occidental) y en la necesidad del hombre de creer.
Finalmente y para completar esta variopinta lista de influencias, durante la época que viví en la selva peruana escuche la religión de la naturaleza, a través de las historias y amigos de la comunidad ese’eja de Tambopata, a través de las charlas con Don Jose Mishaja, uno de los shamanes de la comunidad, que hablaba del bosque, de los espíritus del bosque, que hablaba de energía, fuerza, del hombre y la naturaleza, Don Jose contaba historias muy bonitas, y lo hacia en un lenguaje que había que entender y descifrar, era español, pero yo sabia que era en sentido figurado, que se debían interpretar, que no se podían entender literalmente.
El hablaba de sabiduría milenaria, traspasada por generaciones y que al final se resumían en lo mismo que decimos en muchos idiomas y que se busca en muchas religiones: el poder del espíritu, el poder de la mente, el poder de mantener el aura limpia y estar en contacto con tus raíces.

Ahora mismo ya no se cual es mi religión, pero se que creo, CREO porque creer llena la vida de esperanza y te conforta en los momentos difíciles, Creo en esa fuente de energía pura y buena a la que llamamos DIOS, y creo que cada uno de nosotros tiene de cielo y de infierno dentro, y que esa es la lucha constante del ser humano: el poder equilibrar la balanza hacia nuestro lado bueno.
Creo en el Amor y en eso de no hacerle a nadie lo que no quieres que te hagan a ti, y creo que las religiones no existen, las creamos los hombres y nos complicamos la vida con ello, cuando al final todo es una cuestión de Fe.

Allá por el año 1985, el Papa Juan Pablo II visito el Perú, lo recuerdo muy bien porque fue un momento que marco mi vida, no hablo del Papa como jefe de la Iglesia católica, sino como líder, El fue un buen líder.
Aquella vez multitudes se congregaban para escucharlo hablar, y recuerdo el día en que el Papa visito nuestro distrito, yo tenia 10 años y mi mama me llevo una noche antes para poder verlo de cerca, llevamos frazadas y un termo con te caliente, dormimos allí esperando toda la noche; la gente que iba llegando al igual que nosotros con horas de anticipación llevaba café, galletas, y compartían; el ambiente era de fiesta!... y había algo, algo en el ambiente, algo en el aire, difícil de explicar, una fuerza inmensa, pura energía, una fuerza capaz de mover al mundo… yo no lo entendí hasta muchos años después: era la FE!
La fe de toda esa multitud que iba con un solo propósito, ver y escuchar al Papa.
Al amanecer de ese día había tanta gente que mi mama y yo estábamos muy atrás y ya no veíamos casi nada, solo recuerdo algo más: al momento en que el Papa llego, alguien miro hacia abajo y me vio, seguramente pensando esta pequeña no vera nada, me cargo en los hombros y pude ver al Papa… no se como explicar lo que sentí, yo a los 10 años no sabia mucho de religión, ni de opciones, ni de creencias, pero se que sentí una fuerza increíble al verlo, era como ver el sol, pura energía, y no solo el, porque también se podía ver el aura de la multitud, era increíble!
Y los gritos de Juan Pablo Segundo te quiere todo el mundo! Y Papa amigo el pueblo esta contigo! quedaron grabados para siempre en mi memoria. Nunca más he vuelto a sentir lo que senti ese día.

Dice el refrán que la Fe mueve montañas, y lo creo. Creer: creer en lo que quieras creer, creer con pasión, creer sin dudas: eso es lo que mueve a la montaña.
La Fe es creer lo INCREIBLE y recibir lo IMPOSIBLE.
(Y esto aplica no solo a la religión, sino a todo en nuestra vida!)

Mi esposo, holandés, dice No creer nada, dice no tener religión, y vive su vida de lo mas tranquilo, vive y deja vivir es su lema. El día en que nos casamos en Perú, matrimonio religioso que yo escogí pensando en mi familia, tuvimos que pedir un permiso especial del Párroco Holandés para la celebración de un matrimonio mixto, el de un “no creyente” y una católica (obviamente el párroco no estaba al tanto de toda mi historia religiosa).
En Perú antes del matrimonio tuvimos los dos una charla con el Sacerdote de la Iglesia, el sacerdote le pregunto a mi esposo:
-Y tu, crees en Dios?
Mi esposo contesto: No, no creo en Dios.
-pero, entonces… Crees en el amor?
Mi esposo contesto: Si, creo en el amor, amo a mi esposa.
Entonces el sacerdote le respondió: “bueno pues es lo mismo, Si crees en el amor, crees en Dios!”
Yo sonreí sorprendida, que sacerdote tan inteligente! en vez de enfrascarse en una inútil discusión con mi esposo sobre Dios y en que creer, le hizo ver que al final, la base mas importante de todo es el Amor.

Ahora que estamos en el mes de diciembre, y en que todos nos volcamos a la celebracion de nuestras creencias.. les mando un saludo a todos llenos de paz y amor!
...Y ustedes, en que creen?


Para terminar: los dejo con la letra de “Jesús es verbo y no sustantivo” de Ricardo Arjona
http://www.youtube.com/watch?v=UItjYlfPhKw&feature=related


Saludos!

miércoles, 10 de diciembre de 2008

...Y que paso con la Barbie? (posdata a la entrada anterior)

Hola y gracias por los comentarios sobre la entrada anterior, aunque la mayoria de comentarios los recibi en mi e-mail privado.. jajajaja.. Gracias!

Tres personas me preguntaron .. Y QUE PASO CON LA BARBIE? :) la recibiste?!! ..

Pues si!! si la recibi..
-la primera cuando tuve 14 años de mi mama(lo malo es que yo ya estaba bien viejaaa para jugar a las Barbies y mas o menos a esa edad tuve mi primer enamorado.. asi que la Barbie ya no era..digamos.. el foco de mi existencia JAJA)
-la segunda hace 6 años, aqui en Holanda ! de Sinterklaas!! (seguro que mi esposo le conto esta historia y Sinterklaas vio mi zapato de taco 7 junto a la ventana y me la dejo).. :)


Un Beso!
Caminante

viernes, 5 de diciembre de 2008

Papa Noel, Santa Claus y Sinterklaas en el mundo entero

Me gusta la definición de la palabra "Tradición” --> todo lo valioso que se hereda de generaciones anteriores, valores, creencias, costumbres y formas de expresión.
Personalmente, adoro las tradiciones, pienso que identifican a un pueblo, lo mantienen vivo, le dan energía, lo inyectan de esperanza.
Cada pueblo tiene las suyas, algunas quizás muy difíciles de entender viéndolas con ojos de extraños (como lo que me pasaba a veces cuando vivía en la selva peruana), pero cada cual bella en lo suyo.

Una de mis favoritas, y que se celebra en el mundo entero, es la de Papa Noel (Santa Claus), muy aparte de la navidad y del verdadero significado de la navidad para el mundo cristiano, muy aparte de eso, siempre me ha conmovido toda la historia alrededor de este personaje.

Si pienso en mi infancia, me doy cuenta de que nunca creí en Papa Noel, como creer en el, si nunca me trajo nada? Yo sabia que los pocos regalos que recibía eran de mi mama, de mi abuela o del correo enviado por mi papa que vivía en Arequipa (padres separados).
Además creciendo en el barrio donde crecí, los niños no creen en papa Noel, es mas cantábamos una cancioncilla de esas muy malas, que dejan muy mal parado al pobre viejo de barba blanca, llamándolo incluso un viejo desgraciado (pobre! No podría repetir jamás el resto de esa canción, mi memoria se niega a recordarla como un mecanismo de autodefensa :) )

Recuerdo además las innumerables veces que le pedí a mi mama que me comprara una Barbie (de esas de las que una prima mia tenia como 14), pero mi mama, empeñada en enseñarme que un niño no debe tener todo lo que quiere apenas abre la boca y que nunca se debe consentir demasiado a un niño, hacia caso omiso a mis suplicas.. aunque si recuerdo que alguna vez me regalo una “Barbara” , una de esas muñecas "bamba" de plástico, que solo tienen pelo adelante y que si quieres peinarlas se ve que son calvas (bueno, ahora me da mucha risa, pero pienso que en esa época no me daba ni cosquillas); por otro lado, mi papa en Arequipa quizás no podía leer mis cartas bien o no me entendía ... porque me mandaba chichobellos y muñecas a cuerda y musicales, pero no la dichosa Barbie que yo tanto esperaba…
Por todo eso y aun mas, para mi Papa Noel NO existía… No existía hasta que tuve unos 15 o 16 años… COMO? COMO? Es cierto! Esperen, no me juzguen.. y lean lo que sigue aquí:

Mas o menos por esa época, empecé a aceptar un poco el haber crecido con padres separados, pude por fin perdonar sinceramente y de todo corazón a mi papa por no haber estado “allí” conmigo cuando crecí (ups.. aunque el todavía no sabe que hubo un “antes” y un “después” y espero que no lo lea por aquí jaja) y recuerdo que una de esas navidades vi un programa navideño con el que llore mucho, y que fue uno de esos momentos decisivos, en los que algo cambia para siempre dentro de ti.

Una niña americana de 8 años llamada Virginia, alla por los 1897, le había escrito a un diario preguntándoles la pregunta del millón:
Mis amigos no creen en Santa Claus, dígame la verdad…Existe Santa Claus?
La respuesta del popular diario estadounidense fue la sgte (aquí traducida al español y que no he querido resumir, para que la lean completa)

Tus amiguitos están equivocados. Ellos han sido afectados por el escepticismo de una era escéptica. No creen más que en lo que sus ojos ven. Ellos piensan que no existe nada que sus pequeñas mentes no entiendan. Todas las mentes, Virginia, sean de hombres o de niños, son pequeñas. En nuestro vasto universo el hombre es un mero insecto, una hormiga, cuyo intelecto no resiste la comparación con el mundo ilimitado que le rodea ni, mucho menos, con la inteligencia capaz de aprender la totalidad de la verdad y el conocimiento.

Sí Virginia, Santa Claus existe. Su existencia es tan real como el amor, la generosidad y la devoción, y tú sabes que éstas abundan y dan a tu vida su máximo gozo y belleza. ¡Cuán sombrío sería el mundo si no existiera Santa Claus! Sería tan sombrío como si no hubiera Virginias. No existiría la fe infantil; no habría poesía, no habría romance para hacernos tolerable esta existencia. No tendríamos más gozo que el de los sentidos y la vista. La eterna luz con que la infancia ilumina al mundo se extinguiría.

¡No creer en Santa Claus! De la misma forma podrías no creer en las hadas. Tú puedes convencer a tu papá para que contrate hombres que vigilen la chimenea en Navidad y pillarlo, pero aunque no lo vieran bajar, ¿qué probarían? Nadie ve a Santa Claus, pero eso no prueba que no haya Santa Claus. Las cosas más reales del mundo son las que ni los niños ni los hombres ven. ¿Has visto alguna vez a las hadas danzando en el césped? Por supuesto que no, pero eso no es prueba de que no estén allí. Nadie puede concebir o imaginar todas las maravillas aún no vistas e invisibles que existen en el mundo.

Puedes romper la sonaja de un bebé para descubrir en su interior qué es lo que produce el sonido, pero hay un velo que cubre el mundo no visto que ni el hombre más fuerte, ni aún la fuerza unida de todos los hombres fuertes que hayan existido, puede romper. Sólo la fe, el amor, la fantasía, el romance y la poesía pueden apartar esa cortina y ver y mostrar la belleza sobrenatural y la gloria que están más allá. ¿Es todo ello real? Ah, Virginia, no hay en este mundo nada más real y permanente.

¿Qué no existe Santa Claus! Gracias a Dios él vive, y vivirá por siempre. Mil años después de ahora, Virginia, es más, diez mil años después, él continuará alegrando con su espíritu el corazón de los niños


Después de leer esta carta, debo confesarlo a viva voz, y con mucha alegría.. yo que de niña no crei en el viejito de barba blanca, ahora creo, y creo mucho:
Existe! (por ahí se oye el martillo del juez como cuando en un juicio dice “Caso Cerrado” jajaja)

Finalmente, compartir con ustedes algo mas: Que el buen hombre de la barba blanca, que le trae alegría a los niños (y bueno gracias al mundo marketero también trae regalos, y algunos muy caros!) esta presente en casi todas las tradiciones a nivel mundial, y no solo en la tradición Cristiana sino hasta en la Musulmana (Baba Achour en Marruecos), claro que no se le relaciona con Papa Noel, pero que mas da, es el mismo viejito trayendo alegría, esperanza, y amor a los niños.

Gracias a la Tradición, el Obispo de Myra, Saint Nicholas, que en realidad existió allá por los 245 a.d. y que según la historia si ayudaba y daba regalos a niños y adultos, se transformo en:
Español --> Papa Noel
Holandes --> Sinterklaas
Ingles --> Santa Claus
Aleman --> Kris Kringle
Frances --> Pere Noel
Italiano --> Babo Natale
Danes --> Julemanden
(etc, etc y mas etc)

A partir de ahi, y de nuevo gracias a las tradiciones, se cambio el traje de obispo por el de rojo y blanco que conocemos (menos el Sinterklaas holandés que sigue llevado traje de Obispo) y bueno se agregaron un sin numero de cosas: renos, polo norte (zwarte pieten aquí para nosotros en Holanda), etc, etc, cada cosa con un motivo, una razón, un porque…fascinante pero larguísimo de contar :)

Aquí en Holanda yo me uno a la celebración! Este año, mi hijo cumplió 3 años, por fin podemos cantar juntos en holandés las canciones a Sinterklaas, pintar y poner cosas en la ventana, poner el zapatito y la zanahoria, ver su llegada por televisión y alimentar su sueño infantil.. Porque no? Si hasta yo me emociono cuando veo al alcalde del pueblo de turno recibir a Sinterklaas en su stoomboat!
Ya llegara el dia en que mi hijo solo decida en lo que quiera creer.

Si comemos pan con pollo por un lado y kaas met komkomer por el otro o si hasta en Perú celebraba el día de la canción criolla vestida de halloween, pues con mucha mas razón celebro a Sinterklaas y a Papa Noel! porque eso es lo bello de las tradiciones, mantenerlas vivas, y ahora que tengo una familia mitad peruana, mitad holandesa, pues que más da: a mantener vivas dos tradiciones :)

Por lo pronto, celebro hoy 5 de diciembre Sinterklaas y les mando un abrazo enorme a todos! Que Sinterklaas les deje sus buenos regalitos :)

Saludos!