En los casi 9 años viviendo aquí en Holanda me he adaptado a varias cosas, he sido un buen ejemplo de integración y he cumplido con mi parte del ‘inburgering’.. Ahora uso mi agenda, hablo holandés (bueno, seamos positivos), ya casi no me quejo de las “fiestas” y tengo un calendario de cumpleaños colgado en el cuarto de baño para no olvidarme de enviar la respectiva tarjeta ... pero, a pesar de ser un hibrido holandés – peruano, una cholandesa en el buen sentido de la palabra, hay cosas que jamás (creo) podré realizar, y que son las cosas mas cien por ciento holandesas, esas que todo holandés que se respete puede hacer hasta con los ojos cerrados..
1.- montar bicicleta
…. Es que… la cosa no esta solo en montar bicicleta… sino en montar como los holandeses, en los tipos de bicicletas, en llevar todo lo que llevan en una bicicleta y en manejar bicicleta en una ciudad como Ámsterdam o Rotterdam, donde se cruzan las vías del tranvía, los peatones, los autos, los buses y demás, donde hay que tener ojos por los cuatro costados y donde una desequilibrada como yo (interprétese en el mas estricto sentido del equilibrio por favor, no literalmente) no puede mantenerse impecablemente en pie (o mejor dicho en ruedas) ni limitarse a su espacio o peor aun no puede ni frenar a tiempo.
No se me mal entienda, no es que no quiera aprender, es mas es una necesidad, pero es que soy absolutamente negada para esta habilidad (y algunas otras); eso si, admiro la forma en que los holandeses se mueven libremente en bicicleta… madres llevando 3 hijos, o a 2 hijos y la bolsa del mercado, abuelas conduciendo como si aun tuvieran 20 años, gerentes en terno con la corbata al viento y chicas super chic con minifalda manejando la bicicleta y que aunque se les vea mas de lo que se debería ya no escandalizan a nadie.
Admiro su destreza, admiro ese aire de libertad que derraman sobre la bici y me prometo a mi misma que en mi próxima vida de todas maneras lo hago, a que si, a que me lanzo a recorrer el mundo en bici sin importarme si me rompo uno o todos los huesos… pero por ahora mi mente aconseja prudencia…